¡NOVEDAD!
Aunque se puede recurrir al uso de antibióticos para perros, estos no deben administrarse de manera descuidada. No todas las enfermedades requieren de estos fármacos, además, dependiendo del padecimiento que afecte a tu compañero, tendrá que recurrirse a un tipo u otro. Por ello, no debes automedicar a tus mascotas y, ante cualquier signo de infección, acudir con profesionales veterinarios para un diagnóstico oportuno. Sin embargo, como cuidador, es importante que conozcas más sobre estos medicamentos, para qué se utilizan y otros datos relevantes. ¡Vamos a ello!
- Antibióticos para perros, ¿puede mi mascota tomarlos?
- ¿Qué son los antibióticos?
- Situaciones en las que los antibióticos son empleados
- Tipos de antibióticos para perros
- Contraindicaciones y efectos secundarios de los antibióticos para perros
Antibióticos para perros, ¿puede mi mascota tomarlos?
Al estar ideados para los perros, estos antibióticos puedes ser administrados a los mismos. Son medicamentos recetados para combatir y prevenir infecciones de origen bacteriano, pero la elección del mismo dependerá del tipo de bacteria. Esto quiere decir que, no se debe ofrecer cualquier antibiótico presente en nuestro botiquín al can.
En este sentido, los antibióticos perros solo son efectivos contra las bacterias, por lo que no son un tratamiento adecuado para otros tipos de infecciones o enfermedades. Además, es imprescindible saber cuál es el fármaco preciso, por cuánto tiempo debe ser administrado, así como las dosis. Todo esto debe ser indicado por el veterinario, nunca mediques a tu mascota sin receta.
¿Qué son los antibióticos?
Aunque sabemos que se usan contra las infecciones bacterianas, podemos profundizar un poco más en qué son los antibióticos para perros, así como sus aplicaciones. Estos son fármacos de tipo quimioterápicos, es decir, que efectúan una terapia con medios químicos (únicamente). Y, aun cuando se utilizan en la prevención y tratamiento de enfermedades de origen bacteriano, también pueden recetarse para padecimientos como el moquillo o la hepatitis para controlar infecciones bacterianas secundarias que pueden aparecer.
Situaciones en las que los antibióticos son empleados
Los antibióticos funcionan impidiendo que las bacterias crezcan o eliminándolas (según cada caso). Por ello, los veterinarios pueden indicarlos ante diferentes escenarios:
- Son prescritos cuando el perro está enfermo presentando, por ejemplo, un cuadro de fiebre, y el profesional diagnostica una enfermedad provocada por bacterias.
- Después de cualquier intervención quirúrgica, tales como la castración. Con esto se puede prevenir que la incisión se infecte o que aparezcan infecciones sistémicas.
- Cuando hay picaduras de garrapatas, otros parásitos o si existen daños en la piel para evitar que se infecten o para tratar infecciones ya presentes.
Tipos de antibióticos para perros
Los antibióticos pueden dividirse en dos tipos:
- Antibióticos selectivos cuya efectividad es específica a ciertas bacterias.
- Antibióticos de amplio espectro, llamados así porque actúan sobre un número más amplio de bacterias.
Además, los antibióticos de amplio espectro pueden venir unidos a otras sustancias que no son antibióticas, pero que logran aumentar el efecto del fármaco. Un ejemplo de esto lo encuentras en la amoxicilina con ácido clavulánico, disponible para humanos y perros.
Contraindicaciones y efectos secundarios de los antibióticos para perros
Algunos perros pueden presentar reacciones alérgicas ante determinado antibiótico, en estos casos, lo mejor es no volver a administrárselos. También es importante informar al especialista si tu mascota toma algún otro medicamento y si quieres suministrárselo, ya que, los antibióticos pueden interactuar con otras medicinas.
Si se trata de una perra embarazada o en periodo de lactancia, el uso de antibióticos queda a juicio del veterinario, quien valorará los inconvenientes y ventajas de recetarlos.
Además de la reacción alérgica, hay otros problemas que pueden presentarse al consumir antibióticos. Uno de estos es el daño a la flora intestinal, sobre todo con antibióticos de amplio espectro, que puede generar vómitos, inapetencia, diarrea y malestar general, los cuales pueden evitarse con productos específicos que el veterinario puede recomendar.
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