Las espigas, también conocidas como hierbas de la pampa o hierbas punzantes, son un peligro común para los perros, especialmente durante los meses de verano y otoño. Estas plantas tienen estructuras afiladas y puntiagudas que pueden causar molestias e incluso lesiones graves a los perros. En este artículo, proporcionaremos consejos y recomendaciones sobre cómo proteger a tu perro de las espigas y evitar problemas de salud relacionados.


  1. Conoce las áreas donde se encuentran las espigas
  2. Inspecciona a tu perro después de cada paseo
  3. Mantén el pelaje de tu perro corto
  4. Examina y limpia las patas de tu perro
  5. Protégete las manos al extraer las espigas
  6. Utiliza protectores de patas
  7. Mantén las áreas alrededor de tu hogar libres de espigas
  8. Considera el uso de repelentes naturales
  9. Mantén a tu perro alejado de áreas con espigas
  10. Consulta a tu veterinario en caso de emergencia

1. Conoce las áreas donde se encuentran las espigas

Es importante conocer las áreas donde las espigas son más comunes para poder tomar precauciones adicionales. Las espigas suelen encontrarse en campos, parques, senderos y áreas con vegetación alta. Mantén a tu perro alejado de estas áreas tanto como sea posible o, si es inevitable, manténlo con correa y evita que se acerque a las plantas con espigas.

2. Inspecciona a tu perro después de cada paseo

Después de cada paseo al aire libre, es importante inspeccionar a tu perro en busca de posibles espigas. Presta especial atención a las patas, entre los dedos, las orejas y el pelaje alrededor de los ojos y la boca. Las espigas pueden quedar atrapadas en el pelaje o penetrar la piel, por lo que es crucial detectarlas y eliminarlas lo antes posible.

3. Mantén el pelaje de tu perro corto

Mantener el pelaje de tu perro corto puede ayudar a prevenir que las espigas se enreden y se adhieran al pelaje. Las espigas pueden quedar atrapadas fácilmente en el pelo largo y, a medida que el perro se mueve, pueden penetrar la piel y causar infecciones. Considera recortar el pelaje de tu perro durante los meses de mayor riesgo de exposición a espigas.

4. Examina y limpia las patas de tu perro

Las patas son una de las áreas más propensas a atrapar espigas. Después de cada paseo, examina cuidadosamente las patas de tu perro en busca de espigas. Si encuentras alguna, utiliza unas pinzas o unas pinzas de cejas para extraerla con cuidado. Asegúrate de limpiar bien las patas con agua tibia y jabón para eliminar cualquier resto de espiga o suciedad.

5. Protégete las manos al extraer las espigas

Al extraer las espigas de tu perro, es importante proteger tus manos para evitar lesiones o infecciones. Utiliza guantes de látex o de jardinería para proteger tus manos mientras retiras las espigas. Esto ayudará a prevenir cualquier corte o irritación causada por las estructuras afiladas de las espigas. Además, asegúrate de lavarte las manos con agua tibia y jabón después de manipular las espigas, para eliminar cualquier bacteria o suciedad que puedan contener.

6. Utiliza protectores de patas

Si vives en un área donde las espigas son especialmente comunes o si planeas caminar por terrenos con alto riesgo de exposición a espigas, considera utilizar protectores de patas para tu perro. Estos protectores son como botas o calcetines que se colocan en las patas del perro y ayudan a prevenir que las espigas se adhieran al pelaje o penetren la piel. Asegúrate de elegir protectores que se ajusten correctamente y que sean cómodos para tu perro.

7. Mantén las áreas alrededor de tu hogar libres de espigas

Si tienes un jardín o un patio, es importante mantener las áreas alrededor de tu hogar libres de espigas. Corta el césped regularmente y retira cualquier hierba o planta que pueda tener espigas. Además, evita tener plantas con espigas en macetas o en áreas donde tu perro pueda acceder fácilmente. Mantener un entorno limpio y libre de espigas reducirá el riesgo de exposición para tu perro.

8. Considera el uso de repelentes naturales

Algunos repelentes naturales, como el aceite de eucalipto o el aceite de citronela, pueden ayudar a mantener alejadas a las espigas. Puedes diluir estos aceites en agua y rociar suavemente las patas y el pelaje de tu perro antes de salir a pasear. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos perros pueden ser sensibles a ciertos aceites esenciales, por lo que es recomendable consultar con tu veterinario antes de utilizar cualquier producto.

9. Mantén a tu perro alejado de áreas con espigas

La forma más efectiva de proteger a tu perro de las espigas es mantenerlo alejado de áreas donde son comunes. Evita caminar por campos, prados o terrenos con vegetación alta que puedan albergar espigas. En su lugar, opta por caminar por senderos pavimentados o áreas más seguras donde el riesgo de exposición sea menor. Recuerda que la prevención es la mejor forma de protección.

10. Consulta a tu veterinario en caso de emergencia

Si tu perro muestra signos de malestar, dolor o infección causados por una espiga, es importante consultar a tu veterinario de inmediato. Las espigas pueden causar problemas graves si no se tratan adecuadamente. Tu veterinario podrá examinar a tu perro, extraer cualquier espiga restante y proporcionar el tratamiento necesario para prevenir o tratar cualquier infección.

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