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La hernia inguinal en perros es una protusión observable en la zona de la ingle del animal. Es un padecimiento que causa cierta preocupación, cuya pronta intervención es necesaria. En este artículo, te explicamos cuáles son las posibles causas de esta hernia, qué síntomas presenta y cuál es el tratamiento recomendado.
- Causas probables de la hernia inguinal en perros
- Síntomas de la hernia inguinal en perros
- Tratamientos de la hernia inguinal canina
Causas probables de la hernia inguinal en perros
Las hernias inguinales pueden estar presentes desde el nacimiento de nuestro compañero, de hecho, es preciso decir que la mayoría de ellas son congénitas. Por otro lado, existen razas que tienen predisposición a padecerlas, entre estas podemos nombrar al Pekinés, el Cocker Spaniel, el Pinscher, el Maltés, el Bull Terrier, el Pomerania y el Collie.
Dicho esto, los casos en el que esta hernia es adquirida son menos usuales. No obstante, existen factores de riesgos que aumentan la posibilidad de desarrollarlas, por ejemplo, la obesidad, el embarazo, o si el animal sufrió algún trauma. Estos mismos pueden hacer que una hernia inguinal pequeña crezca aún más, haciéndola irreductible. Es decir, si la perra tiene una hernia de apenas 3 centímetros, el embarazo puede convertirla en un problema debido al aumento en el tamaño del útero.
Los niveles elevados de estrógeno también tienen relación con el crecimiento o desarrollo de una hernia inguinal en perros, o así lo señalaba la famosa revista Intas Polivet. Dichas hormonas pueden influir en la resistencia del tejido, debilitándolo o aumentando el tamaño del anillo inguinal. Aunque, una mala nutrición o el metabolismo del perro también puede afectar en este sentido.
Síntomas de la hernia inguinal en perros
La protusión o formación de intestino que implica la aparición de una hernia inguinal en perros se puede observar como un abultamiento, que puede ser de mayor o menor tamaño. Dicho bulto se podrá palpar desde la ingle, cuya consistencia es más o menos dura. Adicionalmente, algunas de ellas podrán moverse hasta el interior del cuerpo, mientras que otras se quedarán fijas. En el caso de las hernias inguinales encarceladas, si el perro siente dolor al tocarlas, lo mejor es llevarlo de inmediato a un veterinario, debido a que podría estar estrangulándose. Esto mismo podría generar ciertos síntomas como insuficiencia renal o hepática con resultados fatales.
Otras señales que se presentan durante una hernia inguinal son:
- Vómitos.
- Anorexia.
- Aumento en la cantidad de micciones al día.
- Aumento de la temperatura corporal.
- Aletargamiento.
Tratamientos de la hernia inguinal canina
No existe un remedio casero para la hernia inguinal en perros o para alguna otra. Se cree que estas pueden corregirse vendando la zona y colocando una moneda encima, pero esto no tiene base científica, incluso podría ser contraindicado hacerlo. Debido al riesgo que implica tener una hernia de este tipo, lo recomendable es intervenirla por medio de una cirugía, la única forma de proceder en estas situaciones. Esto es algo que se aplica para todos los casos, aunque, si es una hernia pequeña y está en un perro macho de buen peso y salud, se puede pautar un seguimiento. En algunas ocasiones, logran cerrarse de forma espontánea.
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