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Aunque es conocida como tos de las perreras o tos perruna, esta enfermedad se llama rinotraqueitis o traqueobronquitis infecciosa. Esta es una afección que, a priori, no es peligrosa ni grave, pero que es bastante contagiosa y no está exenta de síntomas y molestias para el paciente, por ello es mejor evitarla. Ya en este otro texto hablábamos un poco de esta tos de las perreras, pero es una enfermedad tan importante de conocer, que ampliaremos más esa información. En este caso, centrándonos en los síntomas y el tratamiento a recibir.
- Síntomas de la tos perruna
- Tratamiento de la tos perruna
Síntomas de la tos perruna
Su nombre ya nos lo adelanta, ya que el síntoma más evidente de la enfermedad es la tos. El animal puede llegar a toser al realizar alguna actividad física, al experimentar cierta presión en el cuello o sin ninguna razón.
Al acudir al veterinario, suele relatarse que el perro presenta tos seca con arcadas, justo como si tuviera algo en la garganta. Estas señales pueden ir acompañadas de:
- Tos ronca y fuerte, además de seca.
- Secreción nasal.
- Fiebre.
- Secreción ocular.
- Secreciones en forma de vómitos espumosos y blancos, pero pequeños.
Por suerte, la tos perruna no afecta el estado de ánimo del paciente (en un principio), además, si es tratada a tiempo no tiene por qué resultar peligrosa para la salud. Sin embargo, no ser asistido, diagnosticado y tratado por un veterinario podría hacer que el cuadro clínico se agrava, ocasionando otros síntomas, tales como:
- Apatía.
- Inapetencia.
- Debilidad.
- Neumonía.
Tratamiento de la tos perruna
La tos de las perreras se propaga de manera rápida por contacto directo con un animal infectado, así como por el aire, vía nasal y oral. Tiene una mayor incidencia en perros con el sistema inmune debilitado, mayores y cachorros. Además, el hacinamiento, estrés, falta de higiene, frío, entre otros, facilitan el contagio.
Por otra parte, algunos de los perros que se contagian de la enfermedad logran recuperarse sin recurrir a ningún tratamiento. No obstante, esta no es la mejor opción, ya que el cuadro podría agravarse, produciendo los síntomas antes mencionados y desarrollando infecciones bacterianas secundarias.
¿Cómo suele ser el tratamiento? Además te contamos algunas recomendaciones
Después de que el perro es diagnosticado, el veterinario recetará el tratamiento preciso para el caso del paciente, el cual suele incluir:
- Antibióticos para atacar las bacterias que provocan la tos perruna y para evitar que siga propagándose.
- En algunos casos se receta jarabe para la tos específico para perros, esto lo que hace es disminuir las molestias del paciente.
- Si existe inflamación, entonces el veterinario pasará a prescribir antiinflamatorios.
Tú, como tutor, puedes contribuir a la mejoría de tu mascota de la siguiente manera:
- Cumple el tratamiento a cabalidad, sin saltar tomas y respetando tanto las horas, como la dosificación.
- Mantén al paciente en cuarentena, evita sacarlo para propiciar una recuperación más rápida y no propagar la enfermedad si hay otros perros.
- Garantiza la desinfección de los implementos y espacios con los que el animal enfermo tiene contacto.
- Evita bañarlo, por lo menos hasta después de una semana de su recuperación. Los baños no están recomendados para disminuir las recaídas.
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