La vaginitis en perras es un problema que puede afectar a cualquier hembra, tanto si está esterilizada, como si no; y que no distingue ni razas ni edad. Además, las pacientes no suelen mostrar mayores signos clínicos, pero si una secreción vaginal mucoide, purulenta o mucopurulenta, que pocas veces contiene sangre. En cambio, se pueden presentar ciertos signos y por ello, es importante que, como cuidador, estés informado al respecto.
- ¿Qué es la vaginitis en perras?
- Causas de la vaginitis perra
- Signos de la vaginitis en perras
- Diagnóstico y tratamiento
¿Qué es la vaginitis en perras?
Se trata de una condición que hace que la vulva y el vestíbulo vaginal de las perras se inflame y puede afectar a hembras con todos sus órganos reproductivos y esterilizadas, así como a adultas o cachorras. Por otra parte, suele recomendarse dividir los casos de vaginitis en perras según la edad del animal al presentar la inflamación. Distinguiendo entre vaginitis juvenil o prepuberal y vaginitis de inicio para las perras adultas.
Causas de la vaginitis perra
Dividiéndose de acuerdo al tipo de vaginitis ya mencionados:
- Vaginitis juvenil, la inflamación se presenta antes de que la perra alcance la madurez sexual y puede aparecer pronto (2 o 3 meses de vida), Se suele presentar en forma de abundante secreción purulenta y remitir de manera espontánea con el primer celo.
- Vaginitis en adultas, puede surgir por trastornos de las vías urinarias o uterinas, por alteraciones congénitas (malformaciones) o adquiridas (cuerpos extraños), y por neoplasias. Algunas de estas son la dermatitis perivulvar, estenosis vestibulovaginal, infección crónica de las vías urinarias, vaginitis por infección primaria, neoplasias urogenitales, hiperplasia del clítoris, entre otros.
Signos de la vaginitis en perras
No todas las perras que sufren de vaginitis presentarán todas estas señales, sin embargo, algunas pacientes tienen signos comunes tales como:
- Aumento de la micción: Generado por la inflamación en el área, que resulta irritante y hace creer a la perra que debe orinar.
- Lamido excesivo de la zona: La misma irritación puede llegar a molestar al animal, provocando el lamido de la zona para intentar aliviarlo.
- Frotar el área (Scooting): Parecido al lamido excesivo, ya que, cuando la vagina se inflama y resulta irritante, es común que la perra se frote para obtener alivio.
- Cambios en la vulva y la vagina: En este caso se puede apreciar un agrandamiento de la vulva, mientras que, las membranas mucosas (la parte interna y de tono rosa) pasan a enrojecerse e hincharse.
- Cambios en el flujo vaginal: Pudiendo ser blanco o rojo, así como más abundante a causa de la vaginitis.
Diagnóstico y tratamiento
Para el diagnóstico es importante que el tutor describa lo más completo que pueda los signos y comportamiento de su mascota. Esta información, junto a los hallazgos de la exploración física efectuada por el veterinario, son el principio.
Además, se recomienda realizar pruebas básicas como el análisis de orina (por cistocentesis), hemograma y cultivo de orina. Los hisopos vaginales y la citología también están indicados y, en algunos casos, las radiografías y la ecografía del aparato urogenital son de ayuda para identificar anomalías.
El tratamiento para la vaginitis perra, por su parte, dependerá de la causa identificada. Por ejemplo, los cuerpos extraños deben extraerse y las anomalías anatómicas corregirse quirúrgicamente. De no establecerse causas específicas, entonces puede recurrirse a desinfectantes leves o antibióticos.
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