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Existen varias formas de detectar la alergia alimentaria en perros, es decir que, conociendo los síntomas y señales, podrás actuar para ayudar a tu mascota. Además, es importante diferenciar entre las intolerancias alimentarias y las alergias, trastornos que pueden afectar a estos animales con cierta frecuencia.
- Diferencia entre intolerancia y alergia alimentaria en perros
- Diagnóstico de la alergia alimentaria en perros
Diferencia entre intolerancia y alergia alimentaria en perros
En ocasiones puede ser complicado diferenciar entre una intolerancia y una alergia, razón por la que comenzaremos por definir cada una.
La intolerancia alimentaria se genera cuando el aparato digestivo no puede digerir eficazmente un alimento. Como es el caso de la intolerancia a la lactosa, es decir, el organismo no produce suficiente lactasa. Entonces, se puede desencadenar:
- Malestar e irritación en el sistema digestivo con vómitos, flatulencia y diarrea.
- Manifestaciones en la piel, como picor.
Por su parte, la alergia alimentaria en perros afecta al sistema inmune. Esto significa que el organismo interpreta como peligroso para la salud a algún componente del alimento, por ello, lo ataca de manera exagerada.
Dicha reacción (hipersensibilidad) favorece la liberación de ciertas sustancias, como la histamina, que es lo que desencadena la reacción alérgica. Como dato importante, debes saber que este tipo de alergia es provocada por proteínas y, en los perros, generalmente son al pollo, el trigo, carne de res y productos lácteos. En cuanto a la manifestación, pueden aparecer:
- Principalmente síntomas en la piel, tales como enrojecimiento, picor excesivo, costras, así como otitis crónica y otros.
- También pueden aparecer heridas, infecciones secundarias y pérdida de pelo en áreas específicas provocadas por el rascado.
- Pueden aparecer síntomas digestivos, como las mismas intolerancias.
Diagnóstico de la alergia alimentaria perros
Aunque puede afectar a cualquier perro, las alergias a los alimentos son más frecuentes en animales ancianos y cachorros. De igual manera, necesita exponerse al alérgeno una o más veces para que la reacción sea desencadenada; así, es habitual en individuos que mantienen la misma alimentación por cierto tiempo.
En cuanto al diagnóstico, la prueba más fiable hasta el momento es la dieta de eliminación. La cual consiste en eliminar los alimentos que consumía y recurrir a otros que nunca haya ingerido.
Suele realizarse entre 8 y 12 semanas, y la eliminación es paulatina. Con este método se busca observar si los síntomas desaparecen según el perro deja de consumir algunas proteínas. En caso de que persistan, el especialista pasará a valorar otras causas, como una dermatitis alérgica por pulgas o alergias ambientales.
Además de la dieta hipoalergénica, hay otros aspectos a considerar. Como que las infecciones secundarias deben ser tratadas, de no ser así, el animal podría rascarse en exceso y no serviría la dieta de alimentación.
También es necesario ser estricto y consiente con la dieta hipoalergénica, es decir, durante el tiempo que se implemente el perro solo debe comer lo permitido. Esto incluye el pienso, pero también los suplementos, los premios y la pasta dental; consulta con el veterinario qué puede consumir y asegúrate que todo lo que se lleve a la boca siga esa pauta.
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