La hiperqueratosis en perros es un trastorno de tipo dermatológico que puede afectar a tu mascota. Este se caracteriza por el agrietamiento e incremento del grosor de la piel, así como una alta producción de queratina.
Se trata de un signo clínico de bastante importancia que puede aparecer por diferentes razones, en la trufa o solo en las almohadillas, y con características específicas que ayudan a su reconocimiento. Conoce más sobre la hiperqueratosis canina aquí.
- Tipos de hiperqueratosis en perros
- Causas de la hiperqueratosis
- Síntomas de la hiperqueratosis en perro
- ¿Cómo se diagnostica?
Tipos de hiperqueratosis en perros
Antes de hablar de los tipos de hiperqueratosis, es importante aclarar que este trastorno consiste en la sobre producción de queratina. El exceso de esta proteína es el que genera el engrosamiento y endurecimiento de la piel que, a su vez, puede propiciar el resquebrajamiento de la misma, favoreciendo la aparición de infecciones.
Tipos de hiperqueratosis canina
Esta es una enfermedad evolutiva que aparece de forma progresiva, clasificándose en:
- Hiperqueratosis familiar de las almohadillas: Aparece en los cachorros, siendo las razas terrier irlandés, el dogo de Burdeos y el Kerry blue terrier más propensas. En este caso, la lesión se limita a la zona de las almohadillas.
- Hiperqueratosis nasodigital: Puede afectar tanto las almohadillas, como la trufa del perro. Suele ser idiopática y más frecuente en animales mayores o secundaria a otras enfermedades. El Beagle, basset hound, cocke spaniel y boston terrier son las razas más predispuestas.
Causas de la hiperqueratosis
El aumento de la producción de queratina puede darse a cualquier edad y la causa puede ser, o no, aparente. Entre los orígenes que pueden explicar el desarrollo de la hiperqueratosis como lesión secundaria están:
- Enfermedades congénitas, como la ictiosis.
- Enfermedades infecciosas, como la leishmaniosis y el moquillo.
- Linfoma cutáneo.
- Enfermedades de tipo autoinmune, como el pénfigo foliáceo y el lupus eritematoso sistémico.
- Dermatitis por contacto.
- Dermatosis por sensibilidad al zinc.
- Paraqueratosis nasal (labrador retriever).
- Eritema necrolítico migratorio superficial.
- Queratodermia nasoplantar (terrier irlandés y dogo de Burdeos)
Síntomas de la hiperqueratosis en perro
Cuando se trata de hiperqueratosis en las almohadillas, se produce un engrosamiento de las mismas. Por ello, se vuelven más duras y llegan a resquebrajarse. Además, pueden originarse fisuras que, cuando el problema es crónico, pueden llevar a cojeras severas y a la aparición de infecciones secundarias.
Por su parte, la hiperqueratosis nasodigital suele presentar engrosamiento, junto a la acumulación de tejido seco y fisurado en lo que es el plano nasal. En las almohadillas, suele afectar el borde más craneal, con un aspecto duro, seco y resquebrajado.
Entonces, esta enfermedad puede generar:
- Despigmentación del hocico.
- Inflamación.
- Aumento del tamaño del plano nasal y del hocico.
- Costras.
- Resquebrajado y grietas en la piel.
- Endurecimiento de la piel.
- Sangrado.
- Infecciones.
¿Cómo se diagnostica?
La hiperqueratosis en perros se diagnostica según los hallazgos clínicos. Para ello es importante que el profesional veterinario haga un diagnóstico diferencial de todas las posibles causas cuando se trata de una hiperqueratosis secundaria y no idiopática o hereditaria.
Luego de diagnosticada, y si la hiperqueratosis es secundaria, se trata la causa subyacente y los síntomas de la lesión cutánea. Estos últimos con:
- Lociones hidratantes.
- Emolientes.
- Agentes queratolíticos.
- Antibióticos, corticoides o antifúngicos, cuando hay infecciones secundarias.
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