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Si has notado que tu mascota tiene un punto negro en el ojo, puede padecer de secuestro corneal felino. También llamado córnea nigrum, degeneración corneal focal o necrosis corneal, es una patología que puede confundirse con una úlcera, pero que evoluciona de manera diferente. Además, genera mucho dolor y síntomas importantes que indican que es momento de acudir al veterinario. Conoce más, en este nuevo artículo de VetEasy.
- Secuestro corneal felino, ¿qué es?
- Causas del secuestro corneal en gatos
- Síntomas del secuestro corneal felino
- Diagnóstico y tratamiento del secuestro corneal felino
Secuestro corneal felino, ¿qué es?
Es una afectación en la córnea típica de esta especie y consiste en la degeneración focal del colágeno produciendo necrosis de las células corneales. Esto sucede porque hay presencia de porfirinas (pigmento) en el estroma superior de la córnea de manera difusa, convirtiéndose de forma gradual en una placa negra irregular. En ocasiones dicha placa se rodea de vasos sanguíneos nuevos y puede introducirse en el estroma de la córnea, llegando a perforar o propiciar la pérdida del mismo.
Dicho trastorno afecta, principalmente, a gatos entre los 2 y 7 años, incidiendo normalmente en un solo ojo. Además, algunas razas son más propensas a padecerlo, siendo el persa quien parece tener mayor prevalencia. Entre las otras razas que la presentan con frecuencia están el himalayo, siamés, común europeo, sphynx y el exótico.
Causas del secuestro corneal en gatos
Las causas de la necrosis corneal en gatos no están totalmente establecidas, sin embargo, se piensa que pueden ser provocadas por una continua irritación de la córnea. Esta última, a su vez, podría derivar de procesos como:
- Triquiasis.
- Entropión.
- Alteraciones de la película lagrimal.
- Úlceras corneales.
Esta degeneración puede tener un componente hereditario o producirse como secundaria a algún traumatismo. Además, se ha asociado a la infección por herpesvirus felino I, ya que el virus produce sintomatología ocular.
Síntomas del secuestro corneal felino
Entre los signos clínicos que un gato con secuestro corneal puede parecer se encuentran:
- Dolor ocular.
- Lagrimeo excesivo.
- Placa negruzca, más o menos ubicada en el centro del ojo.
- Edema corneal.
- Intolerancia a la luz (fotofobia).
- Neovascularización corneal.
- Blefaroespasmo o parpadeo más frecuente.
- Protrusión de la membrana nictitante.
- Edema corneal.
- Infiltrado celular.
- Secreción mucopurulenta.
Es posible sospechar del secuestro corneal felino cuando el gato no quiere abrir completamente el ojo, padece de una úlcera que no cicatriza, hay presencia de secreción y lagrimeo, así como de dolor.
Diagnóstico y tratamiento del secuestro corneal felino
Para diagnosticar este trastorno es necesaria una exploración completa del ojo. El veterinario puede comenzar por revisar el ojo con luz blanca, la cual permitirá apreciar el color de secuestro. Además, puede recurrirse al test de Schirmer, facilitando conocer la cantidad de lágrimas que se produce, así como medir con un tonómetro la presión intraocular.
Si se sospecha de herpesvirus felino, se procederá a tomar una muestra de la conjuntiva y realizar una PCR, asimismo, se puede realizar una tomografía de coherencia óptica.
En cuanto al tratamiento, dependerá de la gravedad de la situación, pudiendo ser médico o quirúrgico para corregir los daños. También se debe atacar la causa que originó el secuestro corneal.
Para los casos leves se emplean colirios antibióticos, antiinflamatorios o pomadas oftálmicas. Si el caso es de mayor profundidad, entonces puede requerirse tratamientos quirúrgicos con técnicas como la queratotomía. Y para situaciones donde la afectación es de mucha profundidad, los injertos corneales pueden ser necesarios para rellenar partes removidas; los trasplantes de córnea y la translación corneo-conjuntival son opciones menos utilizadas.
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