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Estos pequeños felinos son conocidos por su buena visión, sin embargo, no están libres de padecer ceguera en gatos. Algunos individuos nacen con ella, mientras que otros quedan ciegos de forma gradual o brusca en algún punto de su vida.
Por lo general, la ceguera progresiva se asocia con animales mayores, pero los accidentes y ciertos problemas en el nacimiento pueden influir en gatos más jóvenes. Es por esta razón que hoy te contamos las principales causas de la ceguera, cómo reconocerla y otros datos importantes al respecto.
- ¿Cómo reconocer la ceguera en gatos?
- ¿Qué causa la ceguera en gatos?
- Diagnóstico y tratamiento de la ceguera en los gatos
¿Cómo reconocer la ceguera en gatos?
Si el gato no nace ciego, es posible notar algunos cambios significativos en su comportamiento, lo que facilitaría detectar que padece ceguera parcial o total. Algunos de estos son:
- Caminar pegándose a las paredes.
- Demuestra una menor confianza en sí mismo.
- Al correr o saltar se muestra inseguro.
- Sus movimientos son más torpes e inestables.
- Tiene una actitud más desconfiada y temerosa.
- Sus ojos pueden evidenciar cambios, por ejemplo, presentar un color más rojizo, mayor opacidad, estar nublados y sus pupilas pueden dilatarse más para recibir la luz.
En caso de identificar alguno de estos síntomas, debes acudir al veterinario para determinar qué le sucede a tu mascota.
¿Qué causa la ceguera en gatos?
Son múltiples las causas que pueden generar la ceguera en gatos, ya sean enfermedades oculares o sistémicas que propician la pérdida paulatina de la visión, o accidentes que provocan ceguera súbita. Estas son algunas de ellas:
1. Cataratas
Es la pérdida de transparencia del cristalino, el cual es el lente del ojo. El nivel de ceguera dependerá del grado de opacidad.
2. Traumatismos
Los accidentes con daños como las alteraciones en el cristalino, heridas en los ojos o desprendimiento de retina pueden hacer que el gato presente dificultades o pérdida de visión.
3. Hipertensión arterial sistemática
Puede ser secundaria de problemas como las cardiopatías, hipertiroidismo, policitemia, entre otras; generadas por enfermedad renal crónica o ser idiopática con una duración de más de 10 años.
4. Uveítis
Consiste en la inflamación de la úvea del ojo o el tracto uveal y puede producir la ceguera en gatos.
5. Glaucoma
Puede desembocar en la pérdida de visión, ya que consiste en el incremento de la presión intraocular.
6. Ceguera iatrogénica
La hipoxia o anoxia durante una cirugía puede provocar la ceguera iatrogénica. Puede ser la compresión de las arterias o enucleación del ojo que tiene lugar cuando el gato tiene mucho tiempo la boca abierta.
7. Enfermedades neurológicas
Por ejemplo, las alteraciones al sistema neurológico generadas por peritonitis infecciosa, toxoplasmosis, tumores, enfermedad hepática, entre otras.
8. Degeneración retiniana
Suele asociarse con un déficit de taurina en la alimentación, por ejemplo, en dietas caseras o con bajo consumo de proteína, así como el uso de enroflaxino en dosis superiores a 5mg por kilo diario.
9. Úlceras no tratadas
Las úlceras corneales que no son tratadas pueden originar una endoftalmitis y, en consecuencia, la ceguera.
Diagnóstico y tratamiento de la ceguera en los gatos
Una buena exploración clínica o anamnesis es clave para diagnosticar adecuadamente la causa de ceguera en gatos. Además, según la edad del paciente, pueden sospecharse algunas causas:
- En gatos jóvenes la pérdida de visión por afectaciones congénitas, infecciones, traumatismos y malformaciones es más probable.
- Un gato mayor, en cambio, lleva a pensar que la causa es degenerativa o iatrogénica, aunque no se descartan las demás opciones.
Sobre el tratamiento, este dependerá de la causa establecida por el profesional y si la ceguera es reversible o permanente. Por ello la importante de acudir al veterinario al detectar los primeros signos de pérdida de visión.
Algunos tratamientos emplean antihipertensivos (hipertensión), en otros casos es necesaria la cirugía o el uso de colirios antibióticos, antiinflamatorio y antivíricos, según lo que requiera el gato.
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