Aunque mucha gente piensa que este es un indicador positivo y que resulta gracioso, un gato gordo no es sinónimo de salud. Por el contrario, los kilos de más no son una buena señal, ya que el sobrepeso y la obesidad tienen repercusiones graves para el bienestar de tu mascota.
- ¿Cómo saber si tengo un gato gordo?
- Gato gordo: factores de obesidad
- Riesgos para la salud del sobrepeso y la obesidad
¿Cómo saber si tengo un gato gordo?
La mejor forma de saber si tu mascota está obesa o tiene sobrepeso es seguir sus controles veterinarios regulares. Ya que, establecer cuánto pesa un gato gordo dependerá de cada individuo según su complexión, edad, raza y sexo, es decir, no hay un peso ideal.
Sin embargo, existen algunos parámetros que te ayudarán a saber si tu mascota está o no en forma, estos son:
- Las costillas pueden tocarse y contarse fácilmente bajo la piel, puede haber una fina capa de grasa, pero si esto dificulta el diferenciarlas, entonces hay exceso de peso.
- Debes poder ubicar con el tacto las áreas del cuerpo donde sobresalen huesos, estos son los hombros, cadera, columna e isquiones. Hay sobrepeso cuando no puedes verlos o están cubiertos por una capa gruesa de grasa.
- Viendo a tu mascota desde arriba debes poder notar un adelgazamiento en la cintura, junto detrás de las costillas. Si el abdomen resulta ser más ancho que el pecho o no puede verse cintura, no está en su peso ideal.
- El pecho del animal debe ser más profundo que su propio abdomen cuando se ve de perfil. Si es un gato con buen estado físico, entonces hará una curva hacia arriba, si la curva es hacia abajo, se trata de un gato gordo.
Si volvemos a la pregunta: ¿cuánto pesa un gato gordo? Se podría decir que un animal tiene sobrepeso cuando pesa entre 10 y 15% más de su peso óptimo, y es obeso cuando pesa 20 o 30% más.
Gato gordo: factores de obesidad
El sobrepeso y la obesidad son causados por un desequilibrio entre ingesta de alimento y gasto de energía. Así, el exceso de calorías resulta en kilos de más que se almacenan en forma de grasa en el cuerpo.
Pero no sucede sin razón, de hecho, hay algunos factores que facilitan dicha situación:
- Dieta inadecuada, sobre todo por indulgencia de los dueños.
- Poco ejercicio físico, ya que es común que lleven un estilo de vida casero y sedentario.
- Esterilización, luego del procedimiento suelen sentir mayor apetito y bajar el gasto de energía.
- Ansiedad o estrés, lo que propicia un metabolismo más ralentizado.
- Genética, algunos gatos tienen mayor tendencia a engordar que otros.
- Fármacos, ciertos medicamentos pueden afectar el apetito, por ejemplo, los glucocorticoides.
- Envejecimiento, debido a que es normal que se vuelvan menos activos con el paso del tiempo.
Riesgos para la salud del sobrepeso y la obesidad
Un gato gordo con sobrepeso puede no ser grave en el momento, comenzando a acumular grasa y reducir su movilidad. Sin embargo, si no se controla y revierte puede convertirse en obesidad, en este caso, el exceso de grasa influye en la salud e integridad física del animal, generando enfermedades y condiciones de cuidado. Por ejemplo:
- Diabetes.
- Desórdenes endocrinos.
- Artritis, artrosis u otra patología articular.
- Problemas reproductivos.
- Enfermedades cardiorrespiratorias.
- Riesgo de aparición de tumores.
- Problemas urinarios, como cistitis o cálculos.
- Enfermedades de la piel, desde acné, hasta úlceras, caída de pelo, entre otros.
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