La almohadilla agrietada de los perros es un problema al que ningún cuidador quiere enfrentarse. Estas son fundamentales para el bienestar y desenvolvimiento de tu mascota, por lo que, cualquier afectación también incidirá en tu compañero.
- Sobre las almohadillas de los perros
- Almohadilla de perro agrietada
- ¿Debo preocuparme si mi perro tiene almohadillas agrietadas?
Sobre las almohadillas de los perros
Forman la planta de la pata, contando cada una con 4 almohadillas, aunque solo 3 son apoyadas al caminar. Cada una de estas posee sus propios depósitos de grasa que son los que aportan la elasticidad que permite absorber los impactos al caminar.
Sumado a ello, las almohadillas de los perros cuentan con glándulas sudoríparas, las cuales ayudan a regular la temperatura y también a humedecer la superficie de las propias almohadillas, que es lo que evita las grietas. Así como muchas otras funciones y ventajas propias que el animal aprovecha.
Almohadilla de perro agrietada
La temperatura (y las quemaduras por esta) es uno de los factores que influye en la aparición de grietas en las almohadillas, aunque no el único. El barro, el agua, la nieve, el hielo, objetos duros, y otros, también propician el agrietamiento e incluso heridas graves en las almohadillas.
En este sentido, las bajas temperaturas del invierno pueden provocar que la almohadilla de nuestros compañeros se agrieten, al igual que las quemaduras o abrasiones por calor. La resequedad es otro problema al que tu mascota está expuesta, ya que esta hace que las almohadillas pierdan o disminuyan su elasticidad característica.
Sin embargo, las grietas en esta zona no aparecen de la nada, ni rápidamente. Al contrario, la almohadilla agrietada se genera por un constante contacto con uno o más factores negativos. Es decir que, si tu compañero empieza a mostrarlas, seguro que hace cierto tiempo que se expone a estos.
¿Debo preocuparme si mi perro tiene almohadillas agrietadas?
Es importante actuar para disminuir el riesgo de que tu compi sufra por una almohadilla agrietada. No obstante, si ya han aparecido las grietas, entonces debes ayudarle a revertir la afectación.
Estas grietas suelen aparecer en meses de mucho frío o de mucho calor, así como por el desgaste. Y no debes preocuparte demasiado, a menos que se acrecente el problema con otras heridas o infecciones.
En vez de alarmarte, toma medidas para que desaparezcan las grietas. Lo primero que puedes hacer es acudir al veterinario y orientarte sobre la mejor forma de evitar y tratar las grietas en las almohadillas.
Algunas personas las curan con betadine y realizando baños de agua templada con sal para desinfectar. La vaselina es otro producto empleado para restaurar la zona, mientras que, recurrir a cremas hidratantes para perros te puede ayudar a mantenerlas en el mejor estado.
Además, existen protectores, calcetines, botas y demás que evitan el contacto directo con superficies abrasivas y que tu perro puede acostumbrarse a utilizar. Eso sí, recuerda no aplicar ningún tipo de remedio casero o producto sin antes tener el visto bueno del veterinario.
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